Así la llamaban en la Corte de los católicos reyes españoles. Beatriz se educó allí, al calor de su padre, montero mayor de la aristocracia que redescubrió para el mundo el significado de la palabra imperio. Hija del jefe de las cacerías, acabaron llamándola La Cazadora y convirtiéndose en dama de la reina Isabel, la cristianísima mujer que propició, consintió y apoyó la muerte y la esclavitud de millones de personas en el mundo que iban descubriendo los voraces castellanos.
Dicen que flirteaba con el rey y hasta que se convirtió en su amante y, por eso, su dueña y señora, que también lo era del soberanísimo Fernando, la casó con Hernán Peraza y la mandó lejos, a gobernar La Gomera con su impuesto marido. Allí vivió y vio, con sus cortesanos ojos, cómo el noble Hernán traicionaba a los bravos gomeros, depositarios de tradiciones y valores inviolables. Rompió el pacto y el gánigo también se quebró y la descomunal fuerza que de él salió acabó con la vida del traidor.
Hernán Peraza murió. Fue un hombre sólo el que perdió la vida y Beatriz de Bobadilla entró en cólera y ordenó matar y esclavizar a los gomeros, a aquellos animales sin alma ni religión que acabaron con la suerte de su obligado esposo. Esa fue su última gran cacería.
la isla que me habita 
Por suerte tengo en mis manos un ejemplar firmado por el autor La Cruel y Ninfómana Beatriz de Bobadilla, menudo personaje, se pasó por la piedra todo lo que se meneaba, hermanos Colón incluidos …
Ironías de la historia: el lugar donde hoy se encuentra el «Parador Nacional» sigue llevando el nombre de Lomo de la Horca, donde los castellanos, a demanda de La Cazadora y a las órdenes de de Pedro de Vera, asesinaron a unos 300 gomeros en venganza por la muerte de Hernán Peraza en los alrededores de la Cueva de Guadehum… Fue el fin de la primera «rebelión de los gomeros»… Más tarde, Pedro de Vera, ser sanguinario y sin tino, también acabaría siendo mandado a matar por la reina católica…