Lluvia y abrazos

Foto: Miguel Rofso

     Hoy llueve. Fueron meses de piel reseca. Casi de desesperanza, ya. Pero no. Se acabó el desasosiego que el Sol nos estaba metiendo dentro. La lluvia viene a calmar la sed de la Isla. La alegría, esta mañana, se propaga por las calles, por los barrancos y por las huertas de esta ínsula que me habita. También por nuestros rostros. Agua que nos das la vida: bienvenida seas.

     Ahora toca cumplir mis promesas. La primera: bañarme debajo de ella, desnudo, dejando que sus manos frías atemperen mi cuerpo caliente, de sol y de indignación, y sentir cómo las gotas resbalan, cómo se estrellan con la parte de Tierra que soy. Se lo prometí a los chinijos y no veía la hora de afrontar ese agradable compromiso. La segunda: escribir sobre ella. Pero aquí me achico y me echo atrás. Lo siento lluvia, pero tu lugar, ahora, por aquello de las circunstancias y de las lágrimas, lo ocupa un buen hombre.

     No sé cómo se llama. Estaba en un bar el 25 de septiembre, a la noche. En Madrid, la ciudad que gritó “¡NO PASARÄN!” y hoy grita ¡QUE SE VAYAN! Tampoco sé si era camarero, encargado o dueño. Pero se rebeló contra la bestia, sacó pecho, extendió sus brazos y les gritó “¡aquí no entran!”, y los perros rabiosos, azules, armados, indocumentados, prepotentes, salvajes, impunes…tuvieron que meter el rabo entre las piernas ante tamaño ejemplo de dignidad. El hombre bueno protegía a la gente valiente, como el mismo ha dicho, que, esa misma noche, le plantaba cara al cáncer que nos está comiendo nuestra libertad, nuestros derechos y nuestras sonrisas.

     Hoy ya es 27. En la Isla llueve y en el Bar El Prado, que así se llama y me enorgullezco de hacerle publicidad, siguen los abrazos al hombre bueno, al hombre humilde. Es el abrazo de Madrid a su pueblo, ese que lucha y lucha por recobrar la felicidad perdida. Es el símbolo de la dignidad que se hace visible en muchas islas. También en esta. Es el abrazo que nos alienta a seguir luchando, en cada esquina, en cada segundo. El abrazo que nos reconforta, que nos devuelve el valor de vivir. El mejor antídoto contra la resignación. Gracias hombre bueno. Eres el mejor espejo, el que proyecta lo mejor de nosotros y nosotras. ¡Tú sí que nos representas! Gracias Madrid. El sábado volveremos a abrazarte.

6 comentarios en “Lluvia y abrazos

  1. Yo sentí la misma sensación……… pero, como no emocionarse con esas palabras y como no llorar con una persona q s enfrentó a la rabia y la violencia d unos colgados q trabajan bajo las ordenes d los fascistas.

  2. A mí m han producido la misma sensación……pero como no emocionarse con estás palabras y como no llorar al ver como una persona reacciona ante las injusticias,el abuso y laviolencia…….

  3. Que haya sido un votante y afiliado al PP el que proteja a los manifestantes de la brutalidad policial, quizás aporte al hecho una novedosa y bastante potente dimensión… «Yo no voté por esto», dijo Casillas, que así se llama el que se cuadró ante la puerta… del bar. Consideración ante los que se manifiestan: «Si el pueblo se echa a la calle y una persona está cuatro horas ahí de pie será por una carencia o una necesidad que así no puede acallarse». Es el electorado de derechas, que se resquebraja… Es uno de los pocos que reconocen haber votado por Rajoy, pero ya ves el cuadro… A Rajoy le va quedando cada vez menos telediarios…

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